martes, 12 de octubre de 2010

La constitución.


Me parece estupendo que haya gente, que basado en la libertad de expresión, y de acuerdo con su forma de pensar manifieste su adhesión a la constitución española.
En su día cuando hubo ese referéndum, la mayoría de los vascos de la comunidad autónoma, o no votaron o lo hicieron negativamente por sus convicciones de ciudadanía vasca. Los derechos históricos de nuestro pueblo, no quisieron incluirlos los partidos mayoritarios de aquella época, UCD, PSOE y AP.
Si ese párrafo se hubiese incluido, y según lo dicen expertos, incluido Herrero de Miñón, ex militante del PP, muchos de los problemas de convivencia entre el pueblo vasco, y el poder estatal, no hubiesen ocurrido.
 Me parece que esa ha sido y es en general la posición de una mayoría.
Ahora quisiera hacer una reflexión ¿Cuantos de los que en su día contribuyeron a la aprobación, con su voto afirmativo, no conocen la constitución, hoy día?
Los medios de comunicación, vendidos al poder político y judicial, nos hacen de esa constitución un catecismo, una ley sacrosanta, inamovible.
Me parece estupendo que haya gente, que basado en la libertad de expresión, y de acuerdo con su forma de pensar manifieste su adhesión a la constitución española.
En su día cuando hubo ese referéndum, la mayoría de los vascos de la comunidad autónoma, o no votaron o lo hicieron negativamente por sus convicciones de ciudadanía vasca. Los derechos históricos de nuestro pueblo, no quisieron incluirlos los partidos mayoritarios de aquella época, UCD, PSOE y AP.
Si ese párrafo se hubiese incluido, y según lo dicen expertos, incluido Herrero de Miñón, ex militante del PP, muchos de los problemas de convivencia entre el pueblo vasco, y el poder estatal, no hubiesen ocurrido.
 Me parece que esa ha sido y es en general la posición de una mayoría.
Ahora quisiera hacer una reflexión ¿Cuantos de los que en su día contribuyeron a la aprobación, con su voto afirmativo, no conocen la constitución, hoy día?
Los medios de comunicación, vendidos al poder político y judicial, nos hacen de esa constitución un catecismo, una ley sacrosanta, inamovible.

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